Aquí se puede leer la primera entrega de esta investigación, así como la segunda parte.


La campaña y la jornada electoral: el conjunto de prácticas antidemocráticas del sindicalismo de siempre

Con la fecha del recuento definida para el 26 de junio de 2023, se inició la campaña. El SITIMM-CTM (Sindicato de Trabajadores de la Industria Metal-Mecánica, Automotriz, Similares y Conexos de la República Mexicana) tuvo cerca de siete meses para accionar con represión selectiva, amenazas, desinformación y sobornos para disuadir a los trabajadores de apoyar al sindicato independiente, o incluso convencerlos de que no participaran. La intención del SINTTIA (Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz) era revertir la desinformación, el miedo y mostrar que el supuesto cambio de actitud de los dirigentes de la empresa-sindicato obedecía a la lógica electoral.

La campaña del SINTTIA se realizó en contacto con los trabajadores, con escasos recursos, volanteando a puerta de fábrica, sorteando la intimidación e intento de desalojo por parte de la seguridad privada del parque industrial Las Colinas, la cual, por cierto, es una empresa propiedad de la familia Rangel Segovia. También la firma Fränkische, por conducto de su director general, intentó correrlos de las instalaciones para que no pudieran dar información ni realizar campaña, a la par que amenazaban a quien recibía algún volante. Frente a este acoso, el SINTTIA junto a la Casa Obrera del Bajío intensificaron su labor en redes sociales, en las zonas habitacionales de los trabajadores, así como en reuniones pequeñas para difundir información y resolver las dudas que el SITIMM generaba.

El SITIMM utilizó sus cuantiosos recursos para dar regalos de forma selectiva y amenazó a los miembros del SINTTIA que se daban cita para informar afuera de la planta. La dirección burocrática, encabezada por el sobrino de Alejandro Rangel, salió de las instalaciones a confrontar al sindicato independiente y a hacer un acto de hostigamiento durante la entrada y salida del personal. Lo anterior puede leerse como una victoria del SINTTIA, pues obligó al SITTIM a salir de la zona de confort y ponerse de cara a los trabajadores: lejos estaban los días cuando los delegados del SITIMM les decían a éstos: “nosotros ganamos más porque sí estudiamos”; ahora se veían obligados a pedir el voto y asolearse.

En los últimos días de campaña echaron a andar toda la maquinaria de su estructura sindical: fueron a presionar a los trabajadores en sus domicilios; colocaron unidades de transporte rotuladas con logos del SITIMM-CTM afuera de la empresa para evitar que el SINTTIA ocupara los espacios; movilizaron alrededor de 50 delgados y trabajadores de otras empresas para hacer una valla en la entrada y salida de los turnos; llevaron una unidad móvil, que en algún momento fue una biblioteca ambulante del Instituto Nacional de Educación para los Adultos —que de forma inexplicable terminó en el patrimonio del SITIMM—, de la cual salían una pantalla gigante de 2.2 metros de ancho por 1.60 de alto y dos torres de bocinas; tapizaron cada poste de alumbrado público y mallas de las empresas con propaganda suya, en donde intentaban hacer evidente una cercanía con IG Metal e IndustriAll Global Union, como si eso los volviera democráticos y les lavara la cara de corrupción que han tenido por años.

Pero lo que con recursos mostraba al SITIMM como una organización imponente, en el desempeño en campaña se veía una organización burocrática, autoritaria y gerontomonolítica incapaz de conectar con las necesidades de los trabajadores. De su pantalla y sonido salía una promoción exacerbada de sus dirigentes, mensajes acartonados de los supuestos logros, así como porras grabadas en un estudio y un himno al STIMM-CTM que recuerda las peores versiones del charrismo sindical y el culto a la personalidad. También editaban videos y mensajes de ataque al SINTTIA, pero en ninguno de éstos aparecía una propuesta o datos concretos de sus más de 10 años al frente del CCT de la empresa Fränkische.

Si el desempeño de sus mensajes era mediocre, el de sus líderes no era mejor, pues la incapacidad de articular dos frases para llamar al voto se hacía evidente: la actitud del dirigente del SITIMM en Fränkische y sus sirvientes se asemejaba más a la de un borracho de cantina que busca la confrontación, que encara lo mismo a mujeres que a hombres, y vocifera cosas ininteligibles. Los delegados y trabajadores acarreados se mantenían al margen, si acaso un par de mujeres arengaban en alguna ocasión una porra, pero el resto asumía su condición de estar ahí obligados, eso sí, perfectamente uniformados con playeras nuevas y logos del SITIMM. Su perspectiva era clara, amedrentar y buscar una confrontación para que la elección se suspendiera.

Paralelamente, Fränkische citó al SINTTIA para tratar la reinstalación de los trabajadores injustamente despedidos. Desde la primera reunión del 28 de abril, la empresa trató de postergar la reinstalación aduciendo a dos cuestiones principalmente: 1) se debían firmar nuevos contratos individuales (algo que estaba fuera de la norma jurídica, pues el anterior contrato nunca se finiquitó); y 2) no estaban dispuestos a pagarles el concepto de salarios caídos de cerca de un año. El proceso fue largo y se veía nula disposición a acatar los compromisos. Finalmente, el viernes 23 de junio, se concretó la reinstalación, sin embargo, los trabajadores tuvieron que renunciar al 85 % de lo que les correspondía, por ley, de salarios caídos. La empresa y el SITIMM, que sabían que esto tendría un impacto en el proceso, trataron de tergiversar la información: en primer lugar se inventaron una semana de capacitación para evitar que los trabajadores reinstalados convivieran con los activos; y en segundo, quisieron adueñarse del logro de la reinstalación de los compañeros, cosa que muy pocos creyeron.

El día de la elección, el lunes 26 de junio, miembros del SITIMM llegaron desde temprano con acarreados (delegados y personal de otras plantas); el fin de semana previo coparon los alrededores de la empresa para evitar que su opositor tomara algún sitio, a la par de que no quitaron su propaganda que inundaba todo el parque industrial. Desde el inicio del primer turno, realizaron una valla para intimidar en el acceso a los trabajadores. El SINTTIA colocó su campamento en una esquina frente a la planta, no sin antes sortear los obstáculos, como la seguridad del parque que pretendía impedir el acceso a personas de este sindicato. El campamento estuvo acompañado de la Casa Obrera del Bajío y representantes de las casas obreras de Jalisco, Tlaxcala, Querétaro y Tijuana, así como de integrantes del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS) y Nueva Central de Trabajadores. Contrario a lo que sucedió en GM-Silao, en esta ocasión no hubo muestras de apoyo ni solidaridad de organizaciones que han destacado por su visibilidad en estos procesos: la ausencia más relevante fue la de la Federación de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y del Neumático (FESIIAAAN).

Foto: cortesía del autor.

Cerca de las 11 de la mañana, arribaron al lugar la jueza encargada de llevar el proceso y su personal, así como los observadores nacionales e internacionales. La jueza documentó la actitud y propaganda del SITIMM cerca de la planta y realizó un enérgico señalamiento de que no podían estar en la entrada y salida, ni coaccionar el voto. Mas, ésa no fue la única anomalía. A continuación, señalamos algunas de las más importantes:

  1. Durante todo el proceso, la empresa se negó a entregar un padrón confiable que reflejara a los trabajadores hasta el 14 de noviembre de 2022, fecha de la demanda por titularidad. El padrón se tuvo que construir y verificar constantemente, pues hubo al menos tres intentos de colocar a varias decenas del personal de confianza como trabajadores de base.
  2. La empresa se negó a entregar el padrón de trabajadores por cada una de las instalaciones productivas (principal, expansión, roca y lintel), esto con la finalidad de no dar certeza de cuántas personas debían de votar en cada planta.
  3. Al no tener los padrones por planta, la jueza determinó que lo conducente sería la distribución de los electores por orden alfabético de acuerdo con su apellido paterno, ya que era la única forma de evitar que alguien votara más de una vez en distintas plantas.
  4. Lo anterior complicó la participación de los trabajadores, pues muchos de ellos se tenían que mover de planta, en un recorrido de alrededor de 20 minutos. El personal de la jueza se encargó de movilizarlos.
  5. Esta dinámica, aunada a que el primer turno terminaba a las 14:30 horas y la jornada electoral había iniciado a las 12:00 horas, limitó la participación de los electores, pues muchos no tuvieron oportunidad de movilizarse.
  6. Entre el primer y segundo turno, se documentaron 402 trabajadores a los que sus superiores en línea de producción no les permitieron ausentarse de sus labores para ir a ejercer su derecho a votar. En otro escenario, se dieron los casos de trabajadores que cumplían con todos los requerimientos para votar, pero que no aparecían en el padrón electoral.
  7. Estos hechos presentados en los dos primeros turnos dieron como resultado una bajísima participación, por lo que la jueza determinó que los trabajadores del tercer turno debían pasar a votar antes de iniciar sus labores, lo que elevó porcentualmente los índices.

Al finalizar la jornada electoral se inició el conteo en presencia de los observadores y representantes de los dos sindicatos, el cual dio como resultado la victoria del SINTTIA con 345 votos a favor por 314 del SITIMM-CTM.

El sindicalismo corporativo que se niega a desaparecer

A pesar del término del recuento y de que el SITIMM declaró en una conferencia de prensa, dada el 27 de junio, que admitía el resultado, lo cierto es que nuevamente su postura pública representaba una más de sus mentiras, cuya única finalidad era lavarse la cara frente al gobierno mexicano, IndustriAll Global Union y el sindicato alemán IG-Metall. Al día siguiente, el 28 del mismo mes, los integrantes del SITIMM se presentaron en las líneas de producción ostentándose como delegados de los trabajadores, denostando al SINTTIA y malinformando de lo sucedido en el proceso electoral. Desde ese día iniciaron una campaña de desinformación e intimidación, recurriendo a los viejos engaños como que los trabajadores perderían sus derechos laborales, que el SINTTIA cerraría la planta y que no les entregarían los bonos y beneficios económicos pactados en el CCT.  

Las agresiones subieron de tono después del 11 de julio, cuando la jueza del tribunal federal colectivo dictó sentencia a favor del SINTTIA: legalmente fue declarado titular en la representación colectiva de las y los trabajadores de Fränkische Industrial Pipes. A partir de esa fecha el SITIMM, en colusión con Recursos Humanos de la empresa, movilizó a más de 20 personas (la mayoría ajenas a la planta) para recorrer todas las líneas y departamentos de producción acosando a los trabajadores para que les firmaran sus afiliaciones e indicando que desconocerían las elecciones por ser fraudulentas. Estos actos suscitaron, en varios momentos, conatos de conflicto, que afortunadamente no llegaron a mayores por la cautela de los representantes del sindicato independiente.

El 14 de julio, el SINTTIA y la empresa sostuvieron una primera reunión de trabajo en donde se abordaron los temas necesarios para que se iniciara con la titularidad en la representación de todos los trabajadores de Fränkische. Se solicitaron las licencias para nueve representantes, un lugar para el sindicato, la entrega de cuotas sindicales, la información básica sobre la plantilla laboral, así como la suspensión de las cláusulas 4 y 6 del CCT por ser violatorias a los convenios internacionales firmados por México sobre la libertad sindical y la Reforma 2019 a la Ley Federal del Trabajo. De igual forma se resaltó la importancia de limitar el actuar de los delegados del SITIMM que ya no tenían nada que hacer, dado que habían perdido la titularidad y la administración del CCT. Fränkische se comprometió a tomar medidas en el asunto, a la par de dar espacio para que el SINTTIA accediera a las líneas a presentarse y dar la información correcta.

A pesar de estos acuerdos, el SITIMM continuó violando la sentencia del 11 de julio: ingresaban a la planta con personal ajeno a la empresa, intimidaban y utilizaban las mamparas para colocar sus afiches y carteles de desinformación. Un momento delicado se vivió el 17 de julio cuando, con actitud provocadora y cínica, los abogados de este sindicato se encararon con los trabajadores representantes del SINTTIA: estuvieron a punto de llegar a la violencia física. El SITIMM utilizó esta situación para presentarse como víctimas alegando a la libertad sindical para realizar sus actividades. Nuevamente, se solicitó respetar los acuerdos y la representación legal y legítimamente electa por la mayoría en Fränkische Industrial Pipes.

No fue sino hasta una movilización de los trabajadores que se logró que el personal de SITIMM ajeno a la empresa dejará de ingresar. Sin embargo, dado que con una cláusula del CCT este sindicato obligaba a que cualquier vacante laboral de supervisores y líderes de equipo fuera cubierta por personal del SITIMM, muchos de estos personajes siguen operando para la organización que fue derrotada en las urnas y acosando a los trabajadores. Paralelamente, la empresa, a un mes de haberse dado la sentencia, no había permitido las licencias a los trabajadores ni un espacio en donde gestionar los requerimientos laborales.

Lo anterior pone de manifiesto una colusión de la empresa y el SITIMM para violentar una sentencia de una jueza federal sobre la titularidad en la representación de todos los trabajadores, así como un bloqueo al sindicato electo para ejercer lo que por ley se solicita. Es por ello que el SINTTIA ha hecho denuncias públicas para que la presión de la sociedad civil mexicana y los organismos internacionales no cese y se cumpla la normatividad laboral mexicana.

Todo este proceso dio como resultado una inspección de la matriz del corporativo. La consecuencia fue la separación del cargo de tres directivos, entre ellos el gerente de la planta. Una vez que los nuevos directivos tomaron posición en sus cargos, se sostuvo una reunión de trabajo con el SINTTIA en donde llegaron a un acuerdo el 10 de agosto de 2023 para incrementar el salario de los trabajadores del área de tecnoformado (encargada de dar forma a las mangueras y conexiones automotrices) en 16.8 %, aplicable a partir del 14 de agosto. Ésta es una de las mejoras más importantes para quienes soportan una mayor carga de trabajo. De igual forma, después de más de un mes de negociaciones con la nueva gerencia, se lograron obtener tres licencias de tiempo completo para los representantes sindicales.

Foto: cortesía del autor.

Conclusiones

Más allá de lo que sostienen algunos “estudiosos” del tema en México, el entorno laboral y sindical en el país no cambiará de inmediato a causa de las reformas institucionales. Para ello se requiere modificar prácticas, estructuras y culturas del trabajo que persisten desde hace bastante tiempo. En nuestra perspectiva, la aparición de un nuevo sujeto laboral que dé vida a un nuevo sindicalismo es fundamental, así como limitar las viejas estrategias de corrupción, intimidación y colusión con las autoridades del vetusto charrismo sindical.

En el caso de Fränkische, el nuevo sujeto laboral ha emergido producto de una represión constante, abusos y violaciones de derechos. Sin embargo, el principal reto ahora es que estos agentes se construyan como conductores de un cambio concreto. Este desafío es mayúsculo si consideramos que el SITIMM tiene una larga trayectoria en reprimir movimientos de transformación, corromper autoridades y trabajadores, así como una maquinaria política y económica que le brinda fortaleza en todo el estado de Guanajuato.

Todo este proceso nos ayuda a entender varios sucesos derivados del nuevo marco institucional laboral en México que incluye la Reforma 2019 a la Ley Federal del Trabajo y el capítulo laboral del T-MEC. Enumeramos algunas conclusiones aquí:

  1. El desarrollo de la industria automotriz en México ha permitido el incremento de la Inversión Extranjera Directa (IED) en el sector y la atracción de inversionistas de diversos países como Alemania, que en su territorio privilegia los derechos laborales y el diálogo social, pero que en México llega a pactar con organizaciones antidemocráticas que violan sistemáticamente los derechos laborales, como el SITIMM-CTM.
  2. En el mundo laboral mexicano hay una disparidad de fuerzas económicas y políticas frente a los actores dominantes del viejo modelo laboral y los nuevos actores emergentes. En ese sentido, la adecuada fiscalización y transparencia de los recursos que detentan deben ser impostergables, ya que, de lo contrario, se abre el espacio para mantener los circuitos de corrupción y una simulación en la representación de los trabajadores.
  3. De igual manera deben existir sanciones para aquellos actores dominantes en una región o industria que violen los derechos laborales elementales; de lo contrario, se estaría privilegiando la corrupción, opacidad y simulación en el cumplimento de la ley.
  4. La Reforma Laboral apunta a empoderar a los trabajadores frente a las dirigencias sindicales y empresariales. Sin embargo, este objetivo puede malograrse sin una adecuada implementación. Por ejemplo, no se puede permitir que una disputa de titularidad tarde en resolverse más de siete meses, poque ello atenta contra la libertad sindical.
  5. Es necesario que exista una legislación secundaria que presente un protocolo mínimo a cumplir en procesos electores sindicales. El comportamiento de las empresas de no incidir en ningún sentido en la votación, la libertad sindical y la autonomía de los trabajadores debe guiar este protocolo a fin de dar certidumbre y respeto a la decisión de la mayoría. De igual manera se tienen que hacer públicas las sanciones a las que se pueden hacer acreedores quienes violen la normatividad vigente.
  6. El corporativismo antidemocrático, autoritario, gerontomonolítico y unipersonal, que sigue viendo la representación de los trabajadores como un gran negocio y una forma de presionar a las empresas para sangrar cuantiosos recursos, muestra nulos signos de cambio. La elección en Fränkische demuestra que antes de cambiar prefieren reforzar sus métodos de intimidación, amenazas, clientelismo y corrupción.
  7. La baja participación de los trabajadores se explica principalmente por cuatro factores: a) existe una lógica neoliberal que se ha insertado en la mayor parte de los trabajadores jóvenes, los cuales tienen una mala impresión de los sindicatos, y en el caso de Fränkische, la actuación reciente del SITIMM-CTM refuerza esa noción; b) un mal diseño de la elección por desconocimiento de la dinámica, tiempos y movimientos de los trabajadores para participar; c) la presión del SITIMM para atemorizar y neutralizar la participación; d) la injerencia de la empresa, mediante sus mandos medios, que limitó e impidió que los trabajadores participaran activamente en la elección del sindicato de su preferencia.
  8. La presión internacional en una industria globalizada como la automotriz sigue siendo fundamental. La participación de Unifor en la queja presentada, así como los observadores internacionales, permitió limitar la cara más agresiva del corporativismo sindical mexicano.
  9. Los cambios sólo se pueden dar con una participación decidida y organizada de los trabajadores. Sin este elemento ningún cambio puede suceder de forma positiva y llevar a buen puerto la transformación institucional laboral en México.