En el contexto actual de contradicciones en el acceso a la ciudad y al hábitat digno en los diversos países de América Latina el tema de la vivienda social es central, pues permite encontrar alternativas a los problemas de habitabilidad. Esto es un tema que no puede ser desligado a las formas de producción de la arquitectura que responden a la reproducción de las relaciones sociales de producción, hoy ancladas a un proyecto económico en crisis. Dado que la arquitectura está profundamente ligada a las condiciones históricas que las determinan, hoy vemos cómo existen enormes limitantes en el acceso a la vivienda y al desarrollo de proyectos que antepongan el valor de uso al valor de cambio. Esta lógica ha privado en el despliegue de la modernidad capitalista.

La vertiente dominante de la arquitectura moderna estuvo acompañada y fue reflejo del desarrollo del capitalismo occidental hoy mundializado. Sin embargo, un ejercicio de memoria histórica permite observar que ante esa visión de la arquitectura moderna, durante el siglo XX, coexistió otra modernidad cuyo germen es la Revolución de Octubre de 1917. Fue otro proyecto de modernidad, no exento de contradicciones, que desde la arquitectura se enfocó en la búsqueda constante de alternativas a los modos de vida heredados del zarismo, bajo la consigna de “colectivizar la vida”. Se desarrollaron propuestas de vivienda, nuevas tipologías de equipamientos públicos y también nuevas formas de entender la planeación urbana, es decir, se trataba de concretar el socialismo en las nuevas configuraciones espaciales.

La recuperación de la historia

Walter Benjamin (2008), en sus tesis sobre la historia, advertirá la importancia de reconstruir la historia a contrapelo, por eso, desde el Colectivo Docente Teorías Praxis Proyectuales y la Brigada Académica Interdisciplinaria proponemos una revisión crítica de la arquitectura moderna del siglo XX  enfatizando la importancia de esos procesos que transgredieron la visión dominante de la modernidad y de los cuales germinaron propuestas revolucionarias de trasformar la vida mediante la planeación de las múltiples arquitecturas habitacionales y novedosas maneras de entender lo “público”, propuestas que pueden ser una clave para repensar nuestras realidades latinoamericanas.

Este primer acercamiento lo hemos realizado como una serie de exposiciones que permitan brindar información sobre diferentes aristas de la arquitectura soviética, poco revisada en las escuelas de arquitectura, pero no por ello menos significativas que otras experiencias contemporáneas tales como la Bauhaus, la vanguardia americana, Le Corbusier y otras pioneras de la modernidad occidental.

El objetivo de esta serie de exposiciones denominada «Arquitectura soviética» es mostrar una forma particular de despliegue de la modernidad arquitectónica desarrollada en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en las primeras décadas del siglo XX. La serie de exposiciones se desarrollan siguiendo dos ejes: el primero versa sobre arquitectura habitacional y el segundo sobre edificios públicos producidos en esa misma época.

Así, nos ha parecido fundamental abrir este trabajo exploratorio con la exposición “Arquitectura habitacional de la URSS. Concurso entre Camaradas 1926”. Esta primera exposición corresponde al eje de arquitectura habitacional. En ella se presentan a detalle los ocho proyectos que formaron parte del Concurso entre Camaradas convocado por la Unión de Arquitectos Contemporáneos (OSA) en 1926 y cuyos resultados fueron publicados en 1927 en la revista Arquitectura Moderna núm. 4 -5, órgano central de difusión de la OSA.

Portada de la revista Arquitectura Moderna. No.4.

El contexto del Concurso entre camaradas

En el abordaje del problema de la vivienda se entrecruzan distintas líneas, dentro de ellas, una de las más significativas fue la constituida por la política de vivienda del Estado soviético expresada a través de una serie de ordenamientos y decretos de carácter legal. Todo ello no quedaba exento de las formulaciones que las nuevas formas que la ideología señalaban, así uno de los temas en discusión fue la situación de la colectivización de la vida de los habitantes de la unión Soviética. Esta preocupación permearía muchos de los derroteros por los que transitaron los proyectos y realizaciones del espacio habitable. Una de sus líneas extremas la constituyó la gran reflexión y discusión sobre la casa-comuna. ¿Cómo objetivar la nueva vida que la Revolución de Octubre debía formular? ¿Para qué y cómo plantear nuevos proyectos para resolver el agudo problema de vivienda heredado del zarismo? ¿Era la casa comuna una alternativa para la vida socialista?

Otro de los grandes temas globales fue el de la racionalización, consideración que se puede encontrar en diversos ámbitos de la realidad para el aprovechamiento de los recursos que tenía la nación y lograr hacer más productivos los esfuerzos del pueblo soviético, tanto por sus connotaciones económicas como redistributivas.

Un tema más incidente en las distintas formulaciones, proyectos y realizaciones fue la consideración de la modernidad, horizonte pretendido en la transformación de una nación fundamentalmente rural y atrasada en distintos rubros. Lo más interesante de esa pretensión radica en la exploración de una vía distinta, no capitalista, de despliegue de la modernidad. Y en el fondo era también una disquisición entre las formas que podía adquirir la modernidad occidental o la eslávica.

En ese marco se ubica el Concurso entre Camaradas, experiencia pionera de estas búsquedas de objetivación, donde las vanguardias arquitectónicas soviéticas encontraron un campo amplio de acción entre los años 20 y 30 del siglo XX, y cuyas exploraciones, orientadas a dotar de vivienda al pueblo soviético, fueron y siguen siendo muy fértiles.

El concurso entre Camaradas 1926/1927

El Concurso entre Camaradas formó parte de las discusiones sobre el futuro de la ciudad y de la arquitectura, pero sobre todo del futuro para construir un proyecto moderno novedoso emergido de la Revolución y contrapuesto a la modernidad capitalista, así la iniciativa para la celebración del concurso fue la OSA, organización que congregaba a los arquitectos soviéticos adscritos al constructivismo. En 1926 saldrá publicada la convocatoria cuyo objetivo será resolver la problemática de vivienda señalando que el reto central será romper con el modo de vida burgués, considerado anticuado, para desarrollar la nueva vida, particularmente el concurso estará orientado a pensar el un nuevo tipo de vivienda para trabajadores.

El Concurso entre Camaradas es una clave hoy para pensar diversas alternativas, pues constituyó una propuesta civilizatoria para tensar la relación de la producción existente previa a la revolución de octubre. Fue uno de los esfuerzos, como varios que existieron incluso en fechas previas, para superar las contradicciones de la ciudad capitalista y sus problemáticas: contracción campo-ciudad, falta de acceso a la vivienda, falta de calidad de vida para los trabajadores y falta de acceso a servicios básicos y a equipamientos complementarios.

Mediante el desarrollo de las propuestas se plantean claramente disputas al proyecto civilizatorio del capital mediante tres ejes: la colectivización de la vida a través de la casa-comuna, la objetivación de la transformación socialista y la técnica al servicio de la revolución. Así, a la promoción al individualismo en la vida cotidiana se contrapone la colectivización de la vida; a las respuestas subjetivas para atender las problemáticas de la vida cotidiana en las ciudades se propone la construcción de un método objetivo que permita identificar las problemáticas concretas para llegar a una transformación socialista; y ante las soluciones abstractas se propone una relación indisociable entre la arquitectura y la técnica donde los procesos racionalizadores propuestos desde la ingeniería son centrales.

Los proyectos fueron desarrollados por Moisey Ginzburg, Georgi Vegman, Vyacheslav Vladimirov, Nina Vorotyntseva, Raisa Polyak, Aleksander Nikolsky, Andrey Ol, Aleksander Pasternak y Ivan Soblev, quienes plantearon la casa-comuna y los equipamientos colectivos como ejes articuladores de sus propuestas. Se trata de arquitectas y arquitectos soviéticos que dieron cuerpo a las discusiones públicas sobre el proyecto de modernidad, pero también concretaron proyectos arquitectónicos durante la década de 1920-1930, época muy prolija para las vanguardias soviéticas.

Propuesta de ordenación urbana propuesta por  Georgi Vergman, en ella se pueden observar la propuesta de edificios en el plan urbano y una vista axonométrica de los edificios donde destaca el puente que une a todos y cuya función es proporcionar servicios de alimentación y lavandería.
Redibujado por: Norberto Cortés Anaya.

Claves en la transformación de la vida dentro de la vivienda

Los ocho proyectos coincidieron en soluciones de colectivización que recuperan el concepto de casa-comuna, está fue la solución que se contrapuso tajantemente al individualismo de las viviendas. En ellos se muestra la intención de construir una  transición que va de esa vida individualizada a una de carácter comunitario, ejemplo de ello es el planteamiento de los servicios de alimentación que si bien se dan mediante comedores comunitarios, algunas de la células particulares de vivienda conservarán un “gabinete cocina” por si este aún es requerido para calentar alimentos. 

Los proyectos, además, dan respuesta a la diversidad de usuarios y necesidades en una transición de la familia nuclear a nuevos tipos de relaciones humanas. En ellos es posible encontrar desde una forma tradicional de entender la vivienda, como grandes galerías con células destinadas para personas solteras cuyas áreas de aseo y servicios serán compartidas; en otras propuestas se darán soluciones combinadas, pues una misma célula de vivienda puede funcionar para una familia nuclear, pero también puede tener cuartos con accesos independientes a través de corredores.

Estos ocho proyectos se dividen en tres enfoques fundamentales: algunos organizan las celdas a lo largo de una línea horizontal, utilizando un corredor de conexión común para esto, otros colocan celdas a lo largo de la escalera; el tercer método combina ambas soluciones, transfiriendo la vertical a la horizontal y viceversa  (Pasternak, 1927).

Planta arquitectónica de distribución de células de vivienda para solteros. Proyecto Aleksander Pasternak. Redibujado por: Arlette García Flores

Destaca en los programas arquitectónicos y en las viviendas, una ruptura radical de roles, una democratización de los usos del tiempo libre, particularmente de las mujeres que ven liberada su participación en las funciones domésticas pues gran parte de ellas se diluye en los espacios colectivos, dando pie a su participación libre en otros aspectos de la vida.

De esta manera es central el concepto de lo “público”, pues los equipamientos complementarios se pensaron de manera integral con las soluciones de vivienda. Así, no puede entenderse la célula de vivienda sin el funcionamiento general de los conjuntos urbanos con sus equipamientos públicos como las guarderías, comedores comunitarios, lavanderías, bibliotecas, jardines de infantes, clubes, espacios culturales y parques que forman un todo integral con las células de vivienda.

Además de los programas en la vivienda que respondían a la concreción de esa nueva vida, el Concurso entre Camaradas generó discusiones sobre la necesidad de la racionalidad técnica, es decir la técnica al servicio de la revolución, pues la estructuración y los materiales de construcción están sujetos al desarrollo de la industrialización y a las carencias que la propia guerra provocó; racionalizar se sumó a las consignas principales de la arquitectura.

Vista Axonométrica de célula de vivienda para trabajadores diseñada por las arquitectas Nina Vorotyntseva y Raisa Polyak. Redibujado por: Mario Hernández Aragón.

Para finalizar

La crisis actual de las ciudades y sus arquitecturas nos obliga a pensar en la necesidad de construir nuevas maneras de concebir los espacios pero también para reflexionar sobre limitaciones estructurales, económicas para proponer diversas alternativas. Así, la exploración de los nuevos componentes para la construcción de la ciudad socialista son hoy un campo fértil de exploración en la configuración arquitectónica y urbanística para la construcción de un modo de vida nuevo y necesario: bloques colectivos contra las formas individualistas de habitar, relaciones nuevas con el espacio urbano al explorar distintas maneras de lleva a cabo ese ensamble entre lo público y lo privado, que llevaba a la ampliación de las actividades hacia el espacio público o común, como los pasillos o en los equipamientos y servicios colectivos como los comedores, o las áreas de lavado.

Finalmente, la exposición que muestra a detalle estos proyectos es resultado de un esfuerzo colectivo, organizado por quienes integramos la Brigada Académica Interdisciplinaria y el Colectivo Docente Teorías y Praxis Proyectuales, miembros del Departamento de Investigación y Conocimiento del Diseño de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco. En ella han colaborado estudiantes del proyecto de servicio social: “Producción del Hábitat Popular: sistematización de experiencias y asesoría técnica”, encuadrado en esa misma institución.

Cartel de la exposición: Concurso entre camaradas 1926

Además, cuenta con la colaboración de otras instituciones de América Latina. Esto permitirá realizar la exposición de manera simultánea en sus espacios académicos durante el mes de Mayo de 2022: Universidad Bolivariana de Venezuela; el Taller Libre de Proyecto Social de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires; el colectivo AGITE de la Universidad Nacional de la Plata, Argentina; y el colectivo MALOCA y el Museo Digital de la Universidad Federal de Integración Latinoamericana de Brasil. En México se lleva a cabo del 25 de abril al 13 de mayo en la planta baja del edificio L de la UAM Azcapotzalco.

Sirva este breve texto para describir de manera muy breve este ejercicio crítico sobre la historia de la arquitectura del siglo XX y como una invitación a visitar la exposición.


Referencias Bibliográficas:

Pasternak A. (1927) «Nuevas formas de vivienda moderna», en Revista Arquitectura moderna, núm. 4.

Autores varios, (1927) «Nuevo Tipo de Vivienda para trabajadores», en Revista Arquitectura moderna, núm. 4 y núm. 5.

Benjamin, W. (2008). Tesis sobre la historia. México: Itaca.