Este mes se cumple un año de la apertura del ahora inexistente albergue temporal del Bosque de Tláhuac. El gobierno de la Ciudad de México (CDMX) decidió cerrar sus puertas definitivamente el 8 de noviembre de 2023, tras algunas protestas vecinales por la inconformidad que se vivía alrededor del bosque. Sin embargo, diría que más que un reclamo en contra de las personas en movilidad, lo que lxs vecinxs de la demarcación exigían era un sitio digno, con infraestructura y condiciones aptas para la atención especializada de las personas en tránsito y espera en la capital del país.

Una de las causas principales del descontento de lxs vecinxs se debió a la poca infraestructura y capacidad que tenía el albergue. Fue ésta la razón por la cual las personas en movilidad optaron por acceder al agua en algunas unidades habitacionales cercanas al bosque. Además, el espacio dentro del albergue era limitado, lo que provocó que se asentara un campamento sobre la calle Heberto Castillo, ocasionando que cientos de personas en movilidad vivieran a la intemperie con el objetivo de obtener una cita para la solicitud de la condición de refugiado.

Desde que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) se reubicó en el bosque, el ir y venir de personas iba en aumento; no obstante, tomando en cuenta el espacio donde se encontraba la oficina principal de atención, cientos de migrantes decidieron acampar para poder realizar el trámite. Aun cuando el albergue aumentó su capacidad de atención de 300 a 500 personas, el número de solicitantes era más de lo esperado.

Puerta del albergue temporal en el Bosque de Tláhuac, Ciudad de México, noviembre de 2023. Foto: Lady Junek Vargas León.

Entre las consignas que se podían escuchar durante las protestas vecinales, una era que en la alcaldía no existían las condiciones para la atención a lxs migrantes. Las consignas giraron en contra de la COMAR, durante un periodo de siete meses (1 de junio de 2023 hasta el 8 de noviembre de 2023), tras un primer cierre en mayo de ese año, producto de las protestas, según los medios de comunicación. Sin embargo, con base en información proporcionada por personal de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social de la Ciudad de México (Sibiso), fue por falta de presupuesto que la COMAR estuvo atendiendo a las personas solicitantes de la condición de refugiados y recibiendo todas las solicitudes en el área demarcada como el albergue temporal. Esto, principalmente en apoyo al gobierno de la CDMX y debido a las “problemáticas” que causaba el campamento que se encontraba en la plaza Giordano Bruno de la alcaldía Cuauhtémoc.

Fue así que la COMAR tomó la decisión de cerrar las puertas de atención en el Bosque de Tláhuac para reubicarse, nuevamente, en sus oficinas habituales en la alcaldía Cuauhtémoc. El anuncio a la población refugiada en los alrededores del bosque se hizo por medio de una lona colocada sobre una barda, en la entrada del campamento 5 de limpia, como una especie de telón de fondo tras las casas de campaña donde migrantes adultxs y niñxs se encontraban a la espera de ser atendidos por la Comisión. 

De esta manera, se informó repentinamente a todas las personas solicitantes de refugio que la COMAR dejaba de dar atención en el bosque. Así, sin que ningún nivel de gobierno involucrado diera una solución integral (gobierno de la CDMX, la alcaldía de Tláhuac, la Sibiso y la COMAR), cambiaron el espacio para la atención de las personas migrantes, de un día para otro, con el pretexto de salvaguardar sus vidas y respetar a los vecinos de la zona.

Puerta del campamento de limpia 5 del Bosque de Tláhuac, Ciudad de México, noviembre de 2023. Foto: Lady Junek Vargas León.

Tras la salida de la COMAR del Bosque de Tláhuac, en las banquetas de la calle Heberto Castillo, se observaba una especie de arquitectura hostil temporal, colocada por la alcaldía como solución para los cientos de personas que quedaban a la deriva después de la decisión gubernamental. El objetivo de las vallas sobre la banqueta fue evitar que las personas que salieron del albergue, y las que llegaran después, se instalaran en el espacio. Debido a la desatención del gobierno de la CDMX al finalizar el año, aunado a las inclemencias del tiempo y la inserción laboral de las personas en movilidad en la alcaldía, el campamento comenzó a disminuir. Era evidente que, para entonces, las personas estaban en calles aledañas rentando un espacio para vivir. 

Calle Heberto Castillo, alcaldía Tláhuac, Ciudad de México, noviembre de 2023. Foto: Lady Junek Vargas León.

Lo que queda del campamento en la calle Heberto Castillo sigue siendo parte del espacio y se ha vuelto parte también del día a día. “Tlahití”, como lxs habitantes de Tláhuac le nombraron a la alcaldía que ahora comienza a ser poblada por los nuevos vecinos que en su mayoría son personas provenientes de Haití, se ha convertido en un espacio intercultural que mezcla y hace convivir la precariedad local y la precariedad de la movilidad en el espacio.

Los acuerdos entre el gobierno mexicano y el estadounidense estipulan que las personas que buscan una cita de migración por medio de la aplicación CBP One —con la cual Estados Unidos busca gestionar, de manera digital, el ingreso de migrantes de diversas nacionalidades por puertos de entrada terrestres en la frontera con México— pueden hacer su solicitud desde la capital del país. Con esto, era de esperarse que el número de personas que necesitarían resguardo por parte del gobierno de la CDMX y el gobierno federal aumentaría, ahora que el tránsito en la ciudad implica, además, una espera indefinida en este territorio debido a que los tiempos para conseguir una cita por medio de CBP ONE son indeterminados y pueden ir de un par de semanas hasta medio año.

A cuatro meses del cierre del refugio, urge que la CDMX se replantee las políticas de acogida, las políticas migratorias y de acción para las personas que buscan protección internacional. Tomando en cuenta que estamos frente a un proceso electoral, sería necesario que lxs ciudadanxs, organizaciones civiles, academia y defensores de derechos humanos cuestionemos las propuestas de políticas públicas que se implementarán en la CDMX, como una ciudad de destino y tránsito de cientos de personas en movilidad. Exigir que, dentro de las propuestas de las y los candidatos que buscan gobernar la ciudad y el país, inviertan y pongan en el centro de sus objetivos la infraestructura y ejes de atención para las personas migrantes.

Puerta del albergue temporal del Bosque Tláhuac, Ciudad de México, enero de 2024. Foto: Lady Junek Vargas León.

En este sentido, las candidatas a la presidencia se han posicionado ante el tema migratorio de manera breve y ambigua. Xóchitl Gálvez, de la coalición opositora, mencionó, en una entrevista para CNN, que el problema de la migración se debe trabajar “de manera conjunta con Estados Unidos para resolverlo”. Por su parte, Claudia Sheinbaum, representante de Morena, el partido en el poder, insiste en trabajar de la mano de Estados Unidos y Canadá por una migración “legal”, para abastecer de mano de obra a esos países. En la misma línea del presidente Andrés Manuel López Obrador, la candidata dice que se debe invertir en los países de origen de los migrantes para disminuir la migración y que puedan tener espacios seguros donde puedan vivir.

En el caso del proceso electoral en la CDMX, el mes pasado se viralizó un grupo de migrantes con las camisetas del PAN en el cierre de precampaña de Santiago Taboada, candidato del Frente Amplio por México para la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. A lo que la representación de la dirigencia del partido de Morena respondió, mediante un comunicado en redes sociales, que no se debía hacer uso político de las personas migrantes.

Por su parte, la candidata por Morena, Clara Brugada, plantea atender a las personas en movilidad con base en lo que ya se establece en la Constitución de la CDMX. En el apartado de su propuesta donde se hace referencia al tema migratorio, llamado Ciudad Solidaria, expone lo siguiente:

  • Adecuaremos las instalaciones de las que disponemos para garantizar la dignidad de las personas migrantes en tránsito y darles la protección que la Constitución mandata.
  • Garantizaremos la estancia digna de las personas migrantes en la ciudad, para que no pernocten en las calles en condiciones de vulnerabilidad.
  • Ampliaremos el sistema de apoyo a personas refugiadas o solicitantes de protección internacional.
  • Definiremos un Protocolo de atención con enfoque de derechos y de reintegración social para personas en situación de calle.
  • Mejoraremos la red de albergues para elevar la capacidad de atención de la población en situación de calle.

En este primer trimestre del año, se puede observar desatención e invisibilización del proceso migratorio. El gobierno de la CDMX, frente al tema de lxs migrantes, se sentía muy cómodo, observando la frontera sur desde lejos. El artículo 20 de la Constitución Política de la Ciudad de México, titulado “Ciudad Global”, indica que:

El Gobierno de la Ciudad de México y todas las autoridades locales, en el ámbito de sus competencias, deberán promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las personas migrantes, ya sea que se encuentren en tránsito, retornen a la Ciudad de México o que éste sea su destino, así como aquellas personas a las que les hubiera reconocido la condición de refugiados u otorgado asilo político o protección complementaria, con especial énfasis en niñas, niños y adolescentes.

Sin embargo, cuando la problemática de atención llegó a la CDMX, se pusieron en cuestión sus principios y sus capacidades para responder a esta población. Tal hecho convierte a la ciudad en una suerte de espacio donde se configura un proceso de externalización de la frontera de los Estados Unidos junto a una internalización de la frontera sur que es condicionada y gestionada por la aplicación CBP One. Lo anterior ha provocado un aumento de personas migrantes que se encuentran en situación de calle, en espera de la cita con las autoridades estadounidenses, y una desatención del gobierno mexicano.

En diferentes espacios de la CDMX se pueden observar campamentos de personas en movilidad. De acuerdo con la ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados), existen alrededor de doce asentamientos de personas migrantes, entre los que se encuentran el campamento en la colonia Vallejo de la alcaldía Gustavo A. Madero, al norte de la ciudad; otro, alrededor de la Parroquia de la Soledad, en la Merced, en la zona centro; el de la plaza Giordano Bruno, en la alcaldía Cuauhtémoc; algunos más siguen en el suroriente, en la Central de Autobuses de Oriente, en Iztapalapa y Tláhuac.

Las movilidades de lxs migrantes nos siguen susurrando, entre campañas políticas, que siguen sobreviviendo día a día a la espera, al tránsito, al trabajo precarizado y a la vida en diversos espacios de la ciudad. Nos demuestran que las movilidades migratorias producen y cambian diversas dinámicas; al parecer, pocos servidores públicos parecen tener voluntad política de comprenderlas y de atender esta situación que se está viviendo desde finales del año 2022 en el área metropolitana del territorio mexicano.