El rock como músculo propagandístico del neonazismo mexicano

Opinión

Anónimo

El sábado, 29 de octubre de 2022, Batallón de Castigo, una banda española de “rock nacionalista”, pero con claras tendencias neonazis, se presentó en el Festival El Imperio Contraataca en el Salón Pentatlón, un local ubicado en la Santa María la Ribera, en la Ciudad de México, en el que también estuvieron los españoles Irreductibles y los mexicanos Sun City Skins (Sonora), Royal Aces Convicted (San Luis Potosí) y Ejecución 1980 (CDMX).

El 14 de enero de 2023, la banda griega de black metal nacionalsocialista Der Stürmer (cuyo líder, Jarl von Hagall, es miembro del partido neonazi griego Amanecer Dorado) se presentó en el bar San Diablo en la Ciudad de México y un día después lo hizo en Ciudad Juárez. Su concierto en la CDMX fue abierto por las bandas mexicanas Tlateotocani (Zacatecas) y Ejecución 1980. La gira también incluía una presentación en Guadalajara, la cual tuvo que ser cancelada debido a la organización antifascista en la ciudad.

Estos dos eventos con grupos extranjeros ponen en evidencia que los movimientos fascistas están cobrando fuerza en el país. No sólo se trata de músicos internacionales que vienen a tocar, sino que hay bandas mexicanas que les abren los conciertos, organizadores que los traen, público que asiste por gusto, e incluso medios que los cubren sin sentido crítico. Todos ellos están nutriendo un movimiento que toma orgulloso la bandera del nacionalsocialismo o, lo que es igual, el nazismo.

Esta segunda entrega sobre el crecimiento de los movimientos fascistas se centra en el caso mexicano y cómo el rock se está usando como instrumento de propaganda. La primera puede leerse aquí.

Ejes del neonazismo en México

¿Cómo es posible que en un país como México, en el que la gran mayoría de la población se autodenomina mestiza, pueda echar raíz una ideología entre cuyas bases está la “pureza racial”?

Este asunto va más allá de lo que popularmente se conoce como “morenazis”. No es un movimiento que simplemente alaba a Hitler, sino que los neonazis mexicanos se han ocupado de adaptar la ideología nacionalsocialista al contexto del país.

A nivel internacional y nacional se pueden identificar los siguientes ejes ideológicos que integran al neonazismo: ultranacionalismo, antisemitismo, anticomunismo y rechazo de derechos a grupos sociales vulnerables, supremacismo blanco y neopaganismo. Así, aunque la mayoría de la población en México se declare mestiza, es posible que círculos radicales de derecha se sientan identificados con alguno de ellos.

A continuación, se enuncian algunos ejemplos de obras musicales de grupos mexicanos de rock que sirven de muestra de cada uno de estos ejes respectivamente:

  • Ejecución 1980 tiene una canción llamada “México, pelear por ti” de talante ultranacionalista. De hecho, esta banda define lo que hace como “rock duro y nacionalista”.
  • Volrisch (Estado de México) tiene una canción llamada “Jewish Plague”, entre otras de clara tendencia antisemita.
  • Batallón Olimpia (CDMX) tiene un disco compartido con Tlateotocani llamado 2 de octubre que empiece la cacería porque, para ellos, el movimiento estudiantil del 68 era un movimiento comunista. También tiene una canción llamada “Limpiando la patria” en contra de las caravanas migrantes centroamericanas.
  • Gas Chambers (Nuevo León) usa la cruz de Odín, símbolo adoptado por supremacistas blancos, en su disco Total Fucking War.
  • Tlateotocani “recupera” la simbología mesoamericana y la combina con simbología nazi para generar suásticas, soles negros y runas odales de estética mexica en prácticamente todas las portadas de sus discos, así como en la imagen de su disquera: O. N. S. P. (Organización Nacionalsocialista Pagana).

Rock, herramienta para la propagación de ideologías de odio

El rock siempre ha tenido elementos provocadores, desde movimientos de baile, símbolos, letras hasta performances. Sin embargo, los grupos musicales, los organizadores de conciertos y el público de esta escena se están tomando muy en serio la ideología nacionalsocialista.

Así como en Ucrania el Festival Asgardsrei tiene su ciclo de conferencias para la difusión de propaganda fascista, en México el ejemplo más parecido a esto son las Jornadas de Formación y Militancia. 

La primera edición de este evento se realizó el sábado, 14 de mayo de 2022. Fue organizada por la Librería Heidelberg y Desperados División, gestores de conciertos de corte neonazi; de hecho, esta misma dupla también fue la responsable de la gestión del Festival El imperio Contraataca, mencionado al inicio de este artículo. En esas jornadas se presentaron pláticas de René Téllez Lendech, cercano al escritor fascista mexicano José Luis Ontiveros; Juan Pablo Herrera Castro, integrante de la organización mexicana neofascista de finales de 1970 Frente Nacional de la Juventud (no confundirlo con el grupo español del mismo nombre y de mismo corte ideológico) y actual líder de Unión, Nación, Revolución, organización de la que se hablará más abajo; y Juan Antonio Llopart y Jordi Garriga Clavé, integrantes del extinto partido neonazi español Movimiento Social Republicano.

Un día después de estas jornadas de pláticas, en el Foro Bizarro de la colonia Roma en la Ciudad de México, se realizó el Festival Tequila Sunrise, organizado también por la Librería Heidelberg y Desperados División, con la participación musical de las bandas Pitbullfarm (Suecia), Bronson (Italia), Blue Eyed Devils (Estados Unidos) y Hobbit (Italia).

En el episodio 77 de un podcast llamado “El Cholocast”, José Manuel Oyervides, dueño de la Librería Heidelberg, declara sobre la dupla con Desperados División: “No puedo dejar de mencionar a este grupo de amigos bajo el nombre de Desperados División, que si bien la intención de este grupo es organizar conciertos, estaban en la misma idea que yo de que un evento de este tipo, como las jornadas, era muy necesario para ayudar a formar a la gente, ¿verdad? Porque muchos mensajes que escuchábamos en las canciones, en la música, tenían relación directa con temas de política, temas sociales, etc.”. Es decir, tienen claro que la música es un brazo de propaganda y un instrumento para cohesionar el movimiento.

En mayo de 2023, al tiempo que se publica este artículo, se lleva a cabo la segunda edición de las Jornadas de Formación y Militancia, esta vez en Monterrey. Destacan las presentaciones de Bernard Notin, francés negacionista del holocausto y profesor de la Universidad Autónoma de Guadalajara, y Juan Carlos López Lee, fundador del Frente Nacionalista de México.  Además, Unión, Nación, Revolución convoca a una marcha “contra la clase política corrupta” en Monterrey.

A diferencia de la primera edición de estas jornadas, la organización corre a cargo de la Librería Heidelberg y Unión, Nación, Revolución; aparentemente no participa Desperados División. Sin embargo, varios integrantes de este grupo son parte de Unión, Nación, Revolución, una organización nacionalsocialista de corte nr (nacionalismo revolucionario). Tampoco ha sido anunciado ningún concierto. Después de la cancelación de Der Stürmer en Guadalajara, los organizadores de eventos en vivo han sido más discretos para evitar las acciones de las autoridades o los boicots de activistas antifascistas.

¿De qué tamaño es el movimiento neonazi en México?

Por fortuna, el movimiento neonazi vinculado al rock aún es minoritario, sin embargo, se está solidificando dado el contexto internacional, especialmente la invasión rusa a Ucrania, de la que ya se habló en la primera entrega de esta serie.

Hay que tomar en cuenta que la primera banda mexicana de black metal nacionalsocialista, War Command, lanzó su demo debut en 1997, tan sólo cinco años después de que Absurd, banda alemana pionera de este subgénero, lanzara su primera grabación.

Actualmente, la enciclopedia de metal en línea Metal-Archives tiene registradas 28 bandas de black metal con tendencia nacionalsocialista en México, de las cuales 21 están activas y están repartidas por todo el país, desde Chiapas hasta Baja California. La gran mayoría de estos grupos se fundaron entre 2006 y 2012.

Sin embargo, en este conteo falta tomar en cuenta las bandas que no son de metal, pero sí se consideran dentro de los géneros RAC, hatecore u oi!, como Batallón Olimpia o Ejecución 1980, entre otras.

En cuanto a empresas discográficas, los dos sellos especializados en esta escena son Culto Solar y O. N. S. P. De acuerdo con Discogs, el primero tiene editados 52 trabajos, mientras que el segundo, 67, incluyendo el demo debut de War Command en 1997.

Algunos números en redes sociales son los siguientes: Batallón Olimpia tiene mil seguidores en Facebook y su canción más escuchada en YouTube tiene 980 vistas. La canción más escuchada de Tlateotocani tiene casi 10 mil vistas en YouTube. Culto Solar también tiene mil me gusta en Facebook; Desperados División tenía 1300 en la misma red (actualmente su página está inactiva) y Mictlán Crew (otros organizadores de conciertos) tienen 662 seguidores. El Ruido Radio (podcast) tiene poco más de mil me gusta en Facebook. UNR tiene menos de 300 seguidores en Instagram. La Librería Heidelberg cuenta con más de 1300 seguidores en Twitter.

Cabe destacar que en los últimos dos años el movimiento mexicano neonazi ha entablado nexos con actores internacionales de importancia, tales como Der Stürmer, que, como ya se mencionó, es parte de Amanecer Dorado; Brutal Attack, una de las bandas británicas fundadoras de Blood & Honour, una red internacional de organizaciones neonazis, que tocó en México el 31 de octubre de 2021 con el apoyo de Desperados División; además de las ya mencionadas Jornadas de Formación y Militancia que incluyen a ponentes extranjeros.

Ante todo esto, el Congreso mexicano tiene pendiente la aprobación de la tipificación del odio racial como delito, sin embargo, como lo asegura Antonio Guterres, secretario general de la ONU, “los movimientos neonazis son algo más que una amenaza terrorista nacional. Se están convirtiendo en una amenaza transnacional”, por lo que la resolución de este problema debe tener una perspectiva internacional y multidisciplinaria, más allá del aspecto penal. 

Por todo lo anterior y con el fin de evitar que este tipo de movimientos crezca, es fundamental abordar de manera crítica este tema, pues mirar a otro lado o asegurar que “solo es música” da pie a que sus instrumentos de propaganda sigan activos para atraer a más personas. El silencio no es una opción; la información y la denuncia activa de estas ideologías de odio, sí.

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