Zapatismo y escritura

  1. A lo largo de 110 años, gobiernos, caciques, intelectuales y medios de comunicación han negado que los pueblos insurrectos (llamémosles aquí zapatistas)  tengan la capacidad para esgrimir argumentos, ya no digamos de apelar al mundo con inteligencia y sensibilidad.

Se aproximan los zapatistas: Un murmullo de voces incoherentes como ebrios que riñen. El Imparcial, (18 de agosto de 1912, p. 148) 

  1. Después de la caída del dictador Porfirio Díaz, el gobierno provisional de León de la Barra y la prensa de la capital fungieron como centros de ataque y denostación del zapatismo. En el libro Atila de tinta y plata el historiador Ariel Arnal explica que, mediante el montaje de imágenes y texto, los medios de comunicación capitalinos construyeron el tipo del bandolero: una imagen bárbara, irracional, destructora e incivilizada de los combatientes sureños y del propio Zapata.  

Zapata perfeccionó el teocali de los sacrificios humanos. Vasconcelos, (1943, p. 27). 

  1. De palabras como bandidos, gavillas e indios insumisos se llenaron las portadas de El Imparcial, El Diario y de los todavía existentes Excélsior y El Universal.  Fue la prensa de la capital la que inventó la frase “Zapata es el moderno Atila”. Con este tipo o personaje, dice el historiador Arnal, negaba al zapatismo la capacidad de nombrarse y, además, justificaban su exterminio en aras del orden y el progreso.

El enemigo no es político; no es social, no es humano casi; es zoológico. Ha venido de las selvas primitivas, de las cavernas donde acaba de encender la maravilla del fuego. El Imparcial (agosto de 1912, p. 108).

  1. Pero ese poder letrado se ha visto frenado, develado y hasta destituido por las voces zapatistas que no pocas veces tuvieron que empuñar la pluma, primero para contestar a la prensa, luego para difundir su pensamiento. Pero, desde el Plan de Ayala hasta las declaraciones de la Selva Lacandona, la escritura hecha por pueblos e intelectuales zapatistas está caracterizada por la enunciación colectiva, el ritmo, la imaginación y la defensa de las formas de vida propias sin renunciar a una propuesta emancipadora amplia.

Nuestra lucha es por el saber, y el mal gobierno reparte ignorancia y desprecio. CCRI-CG, cuarta Declaración de la Selva Lacandona, (1 de enero de 1996.) 

Foto: Al-Dabi Olvera.
  1. Así fue desde el principio, si es que podemos hablar de un principio. Recordemos por ejemplo la asamblea del pueblo de Anenecuilco en la que comuneros eligen como Jefe de la Junta de Defensa a un joven Emiliano Zapata. En septiembre de 1909, antes del llamado maderista a las armas, Zapata y su gente tuvo como principal encargo en reclamar la restitución de las tierras capturadas por haciendas cañeras. Los ancianos dieron a Emiliano una caja con papeles, documentos que iban desde un mapa en mexicano hasta actas, cartas y reclamos. El profesor Jesús Sotelo Inclán tuvo acceso a ellos mediante Chico Franco, primo de Emiliano, quien anduvo a salto de mata para resguardarlos. En el libro Raíz y Razón de Zapata, Sotelo cuenta una ocasión en la que el jefe suriano recibió a emisarios de Michoacán, tendió el fajo de papeles sobre una mesa y dijo: “Por esto peleo”.

Nuestro rústico pero leal lenguaje Carta del pueblo de Anenecuilco dirigida al general Porfirio Díaz, (junio de 1874, p. 232.)

  1. Emiliano Zapata se dio cuenta muy pronto que necesitaría hacer una declaración que hablara de la justicia de su causa ante las calumnias de la prensa y del gobierno de Díaz y de Francisco I. Madero, quien prometió resolver las demandas agrarias y después las traicionó.  Así, Zapata convocó a una encerrona de tres días en Ayoxuxtla, Puebla, junto con otros jefes surianos para redactar el Plan de Ayala, que terminó como declaración de guerra y compromiso de vida, ruta política y exposición de ideales. Con tintes republicanos, el Plan de Ayala se basa en el derecho de los pueblos a la restitución de sus tierras mediante viejos documentos virreinales. Los correos zapatistas se encargaron de distribuir el Plan. En el mundo de la prensa, solo El Diario del Hogar lo publicó el 16 de diciembre de 2011. El tiraje se agotó dos veces. 

En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos no son más dueños que del terreno que pisan sufriendo los horrores de la miseria sin poder mejorar en nada su condición social. Plan de Ayala, artículo 7, (28 de noviembre de 1911).

  1. Además de este plan, la escritura, el archivo y el servicio postal insurgente fueron fundamentales para organizar lo que después fue el Ejército Libertador del Sur. La escritura, ya fuera oculta en los guaraches, ya corriera mediante circulares, declaraciones, manifiestos o hasta corridos por encargo, fue fundamental para organizar y propagar. Además de la publicación de Plan de Ayala hasta hoy, periódicos, revistas, panfletos, paredes y redes sociales son también espacios donde se infiltra el zapatismo. 

El que lucha por la vida nunca muere. Texto del cartelito que circuló en internet a raíz del asesinato de Samir Flores, (20 de febrero de 2019.)

  1. Hombres y mujeres de letras de trayectorias y destinos muy disímiles les atrajo el Cuartel General del Ejército Libertador del Sur tanto como los Aguascalientes neozapatistas atrajeron a corresponsales de todo el mundo en 1994. Los hermanos Soto y Gama, Octavio Paz Solórzano, anarquistas como Paulino Martínez, además de profesores como Otilio Montaño,  fungieron de secretarios, emisarios y redactores zapatistas. Largas memorias fueron escritas después por generales como Gildardo Magaña, sucesor del jefe del sur después de su asesinato, en las que defendieron la gesta en la que participaron. Así, por 110 años, quien visita territorio rebelde ha de fijar memoria, ha de intentar dar cuenta cabal.

Pero ellos sobreviven, alimentándose de su propia dignidad. No tienen nada, pero lo son todo. (Saramago, 1998). 

  1. Periódicos de oposición radical como Regeneración, de los Flores Magón, dedicaron profusas planas de análisis de la prensa que llamaban “capitalista” y apoyaron constantemente a los rebeldes surianos, a los que trataban de compañeros. Es conocida la anécdota de que Zapata ofreció a Magón la posibilidad de imprimir Regeneración en el territorio bajo su resguardo.

Las fuerzas de Zapata, al llegar a las poblaciones y a las haciendas, lo ponen todo en manos de los desheredados que se visten y comen bien por primera vez en su vida; los burgueses son ahorcados, las autoridades pasadas por las armas, los archivos de los ayuntamientos y de los juzgados reducidos a cenizas 

Flores Magón, (2 de septiembre de 1911, p. 1).

  1. La profesora y periodista Juana Belem Gutiérrez, cuya vida pide una novela, reforzó las filas surianas como combatiente. Juana Belem acudió a Morelos junto con sus hijas para ayudar al zapatismo mediante publicaciones periodísticas. Desde muy joven ya había fundado organizaciones feministas y publicaciones. Fue detenida en al menos dos ocasiones por pertenecer a las filas de Emiliano. Diversas fuentes la colocan entre las personas que redactaron el Plan de Ayala. A diferencia de otros intelectuales que se plegaron al poder, ella defendió toda su vida las causas de abajo, especialmente de los pueblos indígenas. Al morir, sus hijas tuvieron que vender su máquina de escribir para pagar el sepelio.

Yo me sentía feliz, al fin veía cumplidas mis ambiciones: ser revolucionaria, mezclarme en política, recibir a individuos que llegaban con toda clase de precauciones, cumplir encargos de don Emiliano, y en fin hacer revolución en todos lados.: ya a mis años no le queda a una más que divertirse en esas cosas. El Diario, México, (6 de septiembre de 1913, p. 7.)

  1. Y así varios momentos individuales y colectivos ofrecen singularidades que se mantienen hasta hoy. Por ejemplo, los manifiestos zapatistas en náhuatl , publicados el 17 de abril de 1918, muestran el pensamiento zapatista y la intención de difundirlo en pueblos indígenas. En la versión castellana Zapata apela a la patria, pero en la versión náhuatl apela a la tierra. De acuerdo con Miguel León Portilla, quien lanzó una edición comentada en la década de los 90, estos textos ofrecen “una de las ocasiones más cercanas al presente, en la historia de México, cuando, en un movimiento eminentemente popular, se difundieron textos, a modo de manifiestos, en idioma náhuatl”. 

Tic tlatláhtia aquin, imac áhzic nin tlanahuatile man quin papanoltili nochtin oquichti de non altepeme Zapata Emiliano, (27 abril de 1918).

  1. En 1919, diez años después del inicio del movimiento agrarista que tantos descalabros causó al poder, los medios de comunicación, nacionales y extranjeros, pedían la muerte de Zapata y finalmente hicieron escarnio tras su asesinato a traición. Así, los medios intentaron sepultar al suriano con palabras y fotografías en las que mostraban su rostro como prueba.  El Excelsior cabeceó: “murió Emiliano Zapata: el zapatismo ha muerto”. Pero diversos testimonios dan cuenta que sus amigos, sus familiares, buscaron alguna señal particular en el cadáver para levantarse ante la muerte.  A contrapelo de los diarios que declaraban su final, el relato oral del Zapata vivo se transmitió hasta hoy en consignas, y luego en escritura popular.

El poder maquinó un rostro de muerte. La resistencia salió del encuadre, desplazando la mirada. Buscó en la mano, en las piernas y en el pecho las señales que autentificaron su propia verdad

¡No es Zapata, cabrones! ¡Zapata vive, la lucha sigue!

Pineda Gómez Francisco. La guerra zapatista. (1916-1919. p.347)

  1. La difusión del Plan de Cerro Prieto y el testimonio en la lucha jaramillista a mediados del siglo muestra cómo las luchas posteriores dieron importancia a la difusión del legado zapatista, aun con la represión impuesta como política de Estado por el PRI. Cuenta Tanalís Padilla en Después de Zapata, libro imprescindible para entender cómo el zapatismo se mantuvo vigente, que el combatiente jaramillista Félix Serdán,  nombrado Mayor Honorario por el EZLN años después, fue capturado y herido, y cómo se le confiscó una bandera de México y una máquina de escribir donde redactaban los jaramillistas comunicados, anuncios y agravios. 

Que el pueblo de México, en su larga trayectoria revolucionaria, desde 1810 hasta nuestros días siempre se ha manifestado en contra de la tiranía. Plan de Cerro Prieto. (28 de noviembre de 1957).

  1. Ya en la década de los 1960 y 1970 hubo una serie de esfuerzos de diversos investigadores por entrevistar y recuperar la voz y la memoria de veteranos zapatistas y combatientes jaramillistas. También, en las décadas siguientes, fueron catalogados y estudiados los viejos corridos zapatistas.  

Soy del sur ignorado publicista 

que sin gracia ni cultura en la ocasión 

voy cantando del tirano la injusticia 

y ensalzando el patriotismo de un campeón 

No es el rifle el que manejo con destreza 

ni la brida del intrépido corcel 

es la pluma mi cañón y mi estrategia 

y mi verso la metralla, a mi entender.

Corrido de Mariano Silva. Catalina H. de Giménez. Así cantaban la Revolución. (Consejo para la Cultura y las Artes, 1990).

  1. Con el alzamiento de 1994 del EZLN comenzó de nuevo lo que la historiadora y periodista Genoveva Flores llamó “guerra de papel”. Periodistas tomaron bandos, periódicos se colocaron a favor y en contra de la insurgencia. Bajo la seducción de la prolífera pluma del vocero del nuevo zapatismo, el Subcomandante Marcos, vimos cómo la lucha tomó un nuevo cauce civil, una transformación que el propio zapatismo llamó del fuego a la palabra. El rápido paso de una organización que durante diez años se preparó para la guerra y en pocas semanas se convirtió en la voz de los sin voz, apoyada en comunicados, esperados ansiosamente por el público. Las eslóganes zapatistas de aquellos años quedaron insertos en la imaginación política del país y del mundo: para tod@s, todo; nuestra lucha es por la vida, no morirá la flor de la palabra.

años enteros preparándose para disparar un arma, y resulta que lo que hay que disparar son palabras. Subcomandante Insurgente Marcos. Chiapas: la treceava estela. Segunda parte: una muerte. (21 de julio de 2003).

Foto: Al-Dabi Olvera.
  1. Pero la escritura para el zapatismo de la transición del siglo no sólo es comunicado ni declaración rebeldes. La escritura en tensión del zapatismo tuvo un momento constituyente en los puntos de los Acuerdos de San Andrés Sakamch’en de los Pobres. Ahí pudo haber quedado en letra oficial la autodeterminación.  Si al final los acuerdos fueron traicionados por todo el espectro político mexicano en abril del 2001 mediante la promulgación de unas leyes que no tomaron en cuenta lo escrito y acordado con los pueblos indígenas, los pueblos sí cumplieron con su palabra. Pasaron así a un momento “restituyente” al fundar los Caracoles, acompañados también por una serie de comunicados-ensayos-relatos llamados La treceava estela.

Y dicen que dicen que decían que el caracol también representa el salir del corazón para andar el mundo, que así llamaron los primeros a la vida. Y no sólo, dicen que dicen que decían que con el caracol se llamaba al colectivo para que la palabra fuera de uno a otro y naciera el acuerdo. Y también dicen que dicen que decían que el caracol era ayuda para que el oído escuchara incluso la palabra más lejana. (Subcomandante Marcos. Chiapas: la treceava estela. Primera parte: un caracol. 21 de julio de 2003.)

  1. De los comunicados y circulares del Ejército Libertador del Sur hasta los profusos y literarios textos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional hay un común: a la par hablan a México y al mundo y disputan no sólo el viento para hablar, sino la idea misma de memoria y autodeterminación. El nuevo zapatismo retoma personajes, figuras, recupera mitos, lanza misivas, y crea una intensidad propia en la voz. La mezcla de  ensayos, cuentos, cartas, parábolas, fábulas gana pulso en un momento en el que la imaginación popular se inscribe en las calles de todo el mundo. La fuerza de estos textos ya no está en la búsqueda de una clasificación canónica o en la entrada en la Metrópoli Letrada, sino en la resonancia y el ritmo colectivos. 

Todos los seres que aquí se detallan, existen en la realidad.  Si alguien no se imagina que esto sea posible, no es culpa de la realidad.  Más bien es que le falta imaginación.

 (5) ¿Eh?, no, no le estoy regañando, estoy, como quien dice, dándole el contexto de lo que sigue y que es…

*

  Ésta es la historia de una niña zapatista a la que nadie quería, porque era, y es, diferente entre los diferentes.

Subcomandante Galeano. La calamidad zapatista. 6 de junio de 2019-2021.

  1. En 2021, ante la iniciativa del viaje zapatista por el mundo, gobiernos y partidos políticos neoliberales volvieron a la vieja usanza y cuestionaron la capacidad de enunciar de los rebeldes. Levantaron sospechas sobre el financiamiento, la intención y hasta dictaron a los pueblos mayas por dónde comenzar o terminar su travesía. Luis Hernández Navarro detalla en su texto En torno a los orígenes de la narrativa antizapatista cómo estas falacias vienen de los principales intelectuales salinistas de entonces y abrieron la puerta a los actuales ataques. 

resumidero de delirios ideológicos y militares, que agrupa una peligrosa colección de deshechos: fosilizaciones ideológicas de la vieja y nueva izquierda, religiosos anclados en la teología de la liberación, desempleados de la guerra centroamericana Héctor Aguilar Camín, 10 de enero de 1994.

  1. En 2016, el zapatismo convoca a un encuentro con artistas y personas de ciencia. Aunque la sensibilidad y el saber estuvieron siempre presentes en sus iniciativas, y más allá de los comunicados de la comandancia, habitantes de las comunidades rebeldes han escrito poemarios, canciones y actuado en performances. Vemos que la poesía está en cada acto del zapatismo, inclusive en los más silenciosos, como aquel comunicado del 2012 que preguntaba: “¿Escucharon?”. 

Nos dicen tantas cosas.

Y los que las pronuncian
olvidan —estúpidos que son—
que sus nietos amarán mañana jubilosamente
la palabra estrellada de tu nombre,
Revolución.

La flor de la palabra no morirá. Poemario de la juventud rebelde zapatista (México, 2009)

  1. De nuevo, la palabra zapatista ha salido de la polaridad local de México para buscar otras constelaciones. Una delegación zapatista, acompañada de una serie de misivas con detalles de su navegación marítima, arribó a Europa para recorrerla toda. Una de sus primeras actividades fue renombrar aquel continente como Slumil K´ajxemk´op, tierra insumisa, acto a contrapelo benjaminiano de la Historia, y también destitución imaginal del tiempo que celebra 500 años de “conquista”. Así la voz zapatista ya no sólo contesta al Poder mediático y político, lanza un reto a través del nombre. También, de acuerdo con el Subcomandante Galeano, la delegación llevó a Slumil K´ajxemk´op una especie de pasaporte, un cuaderno donde el zapatismo se dejará inscribir por otros mundos.

Las páginas subsiguientes están en blanco, para que las diferentes personas, grupos, colectivos, organizaciones y movimientos, de los distintos rincones de los disímiles mundos que se visiten, sellen, firmen, adornen, huellen, pongan dibujos, rayen o lo que sea para que el, la o loa compa tenga una especie de guía de dónde estuvo, además de los apuntes en su cuaderno, cuando regrese y platique cómo le fue. Subcomandante Galeano. El Pasaporte Zapatista. Hasta pronto Portugal, ahí vamos Galicia. (14 de junio de 2021.)

  1. ¿Cuántos panfletos, folletos, comunicados impresos para intentar hacer resonar denuncias ante los asesinatos de quienes defienden la tierra y la vida en este país? ¿Y hay algún papel que garantice que no haya impunidad en sus casos? Dar cuenta cabal de la violencia desatada por las armas (y a veces las letras) es la tarea siempre pendiente en este lugar todavía llamado México. Este texto tuvo un intempestivo añadido a partir del comunicado titulado “La Extemporánea y una iniciativa nacional”, firmado por el Subcomandante Moisés. En su último punto, el texto zapatista llamada a dar cuerpo a una iniciativa por una Comisión de la Verdad y la Justicia. El reto es mayúsculo: mientras el zapatismo disemina su palabra en el mundo, aquí habrá que pensar cómo levantar constancia de los agravios (y la dignidad) puede descarrilar el espiral de relatos de guerra que es la Historia de México. 

Según vimos en los diccionarios, “extemporáneo” quiere decir “que es inoportuno, inconveniente”, o “que es impropio del tiempo en que sucede”.  O sea que somos inoportunos, inconvenientes e impropios.

Nunca antes nos habían definido tan adecuadamente. Subcomandante Moisés. “La Extemporánea y una iniciativa nacional” (julio de 2021)


Referencias

Aguilar Camín, H. (10 de enero de 1994). Proceso. En Hernández Navarro Luis, “En torno a los orígenes de la narrativa antizapatista”, en Camino al andar, 2021. 

Carta del pueblo de Anenecuilco dirigida al general Porfirio Díaz,junio de 1874 (1940). En Sotelo Inclán Jesús, Raíz y razón de Zapata. p 232.

Corrido de Mariano Silva. Catalina H. de Giménez. Así cantaban la Revolución (1990). Consejo para la Cultura y las Artes. Editorial Grijalbo. México. p. 299.

Ejército Zapatista de Liberación Nacional: (2021) La Extemporánea y una iniciativa nacional. El Pasaporte Zapatista. (2019-2021) La calamidad zapatista. (2009) La Flor de la palabra no morirá. (2003) la treceava estela. Primera parte: un caracol. (1996) cuarta Declaración de la Selva Lacandona. 

El Imparcial (18 de agosto de 1912). “20 federales contra 200 zapatistas”. En Arnal Ariel, Atila de tinta y plata. 2010. p. 108, 148.

Flores Magón, R. (2 de septiembre de 1911). La cuestión agraria. Regeneración, número 53, 4ta época, p. 1..

Saramago, J. (1998). Todos somos Chiapas. El Mundo. 

Vasconcelos, J. (1943). En Sotelo Inclán Jesús, Raíz y razón de Zapata.

Zapata, E. (27 abril de 1918) A los jefes, oficiales y soldados de la división arenas. En León Portilla, introducción, manifiestos en náhuatl de Emiliano Zapata, p. 74.

Foto: Al-Dabi Olvera.
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