Pensar la nación. A cien años del giro intersocial de Marcel Mauss

Serie «A cien años del giro intersocial. Leer la sociología de Marcel Mauss en clave política»

En 1930, Marcel Mauss presentaba su candidatura al Collège de France para reemplazar al entonces catedrático en filosofía social, Jean Izoulet. Su postulación incluía un texto donde se describían sus principales líneas de investigación, cuyo propósito era evidenciar la originalidad de su contribución científica. En ella menciona, probablemente por primera vez, la preparación de una obra que prácticamente había terminado en su formato manuscrito, concebida como el punto culminante de sus reflexiones a lo largo de la década anterior, en filosofía social y política. El manuscrito inacabado de Mauss, consagrado a la nación, no vio su publicación integral sino hasta 2013, bajo la labor editorial de Marcel Fournier y Jean Terrier. La serie de textos que se publicará a lo largo de las próximas semanas en Revista Común busca acompañar al lector por algunos de los gestos centrales de la singular propuesta sociológica y política de Mauss en el marco de la labor de traducción y edición de la obra en español, que aparecerá a fines de año en Argentina.[1]

El manuscrito de Mauss nos invita constantemente a replantearnos nuestros más consolidados sentidos comunes sobre la Modernidad política, empezando por la noción misma de nación. Es la profundidad histórica con la que el sociólogo francés busca reformular y restituir el sentido de la nación y sus saberes que el lector puede dar con sus rupturas políticas y filosóficas más radicales. La Nation, ou le sens du social (La Nación o el sentido de lo social) juega con los lindes de nuestras ideas políticas modernas dando a la vez un vuelco a nuestras preconcepciones más sedimentadas sobre la sociedad y la nación por medio de una profunda ruptura y alteración sociológica del concepto teórico de Estado que se ha consolidado en el siglo XIX. Si el lector tiene la impresión de tener entre sus manos una suerte de enciclopedia que retrata las más lejanas realidades para elaborar una reflexión informada sobre el fenómeno moderno de las naciones, es precisamente por el efecto que genera su método “antropológico”, pues en él se precipitan sus reflexiones históricas, económicas y filosófico-políticas. 

Adentrándose en las continuidades del proyecto reflexivo de Mauss, entre La Nation (1920) y su famoso Ensayo sobre el don (1925), Tomás Ramos Mejía aborda el concepto de don, definido por Mauss como la «roca de lo social», con el objetivo de mostrar por qué las relaciones de deuda pueden ser concebidas como una alternativa a la atomización social y a la lógica totalitaria. Al incidir y alterar esta lógica especular, el don fundamenta la vida de las naciones en un proceso de interacción irreductible a principios de amistad/enemistad, y más bien construidos en un movimiento social que está determinado por los individuos y los grupos que median y crean las relaciones que impulsan la vida en comunidad de los humanos. En otras palabras, es una interacción constituida desde dinámicas sociales irreductibles a los principios teóricos de la Modernidad política.

Redescubrir el pensamiento antropológico de Mauss significa traslucir las raíces de su proyecto sociológico, fundamentalmente arraigado en su apuesta política por una concepción inter-social de las naciones modernas. Como argumenta Francesco Callegaro, la pandemia ha expuesto la debilidad del supuesto mundo globalizado frente a las relaciones diferenciadas entre naciones y la multiplicidad de grupos y actores que son los que en verdad ponen el mundo en movimiento. La vigencia y necesidad de apropiarnos del “giro intersocial” de la sociología de Marcel Mauss, pensado en un presente pandémico desde América Latina, nos permite incidir en la radicalidad política de su propuesta. Juan Martín Galeano reconstruye en detalle los pasos centrales de La Nation que ilustran las diferenciaciones sociológicas que establece entre Estado y nación, pues estas revierten la lógica representativa del primero hacia procesos históricos que están a la vanguardia de las nacionalizaciones, contrapuestas a los posteriores nacionalismos. Son las relaciones sociales, fincadas en una dinámica de gobierno que rebasa cualquier soberanía “nacional”, las que determinan para Mauss la capacidad de los subgrupos de las naciones modernas para gobernarse a sí mismas, antes que ser gobernadas por principios teóricos ajenos a su realidad histórico-social. Aún más, son el criterio por el cual se diferencian las sociedades, concebidas en el sentido amplio de la palabra, de las naciones: su integración moral y material, fruto de la solidaridad entre las naciones y sus grupos.

El nacimiento de las naciones es entonces consustancial al surgimiento de una política que fue capaz de plantear una metamorfosis del sentido mismo de lo que quiso decir reaccionar al nacimiento del Estado moderno; es decir, una política capaz de precipitar el supuesto de la reacción al Estado moderno en una agenda progresista antes que conservadora. Desencastrado de los marcos de una política estatal o de una política autoritaria, el socialismo fue el “movimiento de la sociedad moderna” que abrió el surco histórico en el que se inscribieron las naciones y sus procesos de nacionalización. Política y sociedad, filosofía política y sociología, son inescindibles para entender el lugar desde el que Mauss reflexiona para buscar remediar la crisis en la que estaba sumergida la Europa de 1920. En efecto, las transformaciones del siglo XIX, y principalmente los fenómenos que llevaron al surgimiento de la nación como nueva forma de sociedad, están en el centro de las consideraciones de La Nation, pues es a partir de esas experiencias que Mauss reflexiona sobre los proyectos políticos que pueden remediar el estado enfermo de las sociedades de inicios del siglo XX. 

La subversión y desplazamiento de lo que quiere decir incluso “ciencia social” es entonces lo que permite al manuscrito moverse en un nuevo registro político que atraviesa cómodamente antropología, sociología, historia y economía, generando un nuevo diálogo entre ellas que las dota de una nueva reflexividad política. Con ella, Mauss busca los lugares desde los cuales posicionarse frente a la crisis desencadenada por la Primera Guerra Mundial, pues son estos nichos en los que los grupos generan sus dinámicas sociales y políticas donde su manuscrito se interroga críticamente por el sentido que tiene y tendrá la vida en sociedad, la vida entre las naciones, las dinámicas intersociales. Más que sentenciar su pasado, La Nation busca repensar su presente con las lecciones que las sociedades arcaicas y pasadas pueden portar para las sociedades de su tiempo. Esas experiencias son las condiciones mismas de posibilidad para que la sociología de Mauss elabore un diagnóstico con un sentido de futuro directamente ligado a las capacidades de reorganización que los movimientos de las sociedades modernas habían producido; es decir, una sociología que asimila una atención histórica a los grupos que dan un nuevo sentido de futuro a las sociedades modernas.

No es una coincidencia que los diagnósticos sobre las naciones y las relaciones entre los grupos que las componen estén entrelazadas con sus apreciaciones sobre fenómenos contemporáneos como la Revolución bolchevique y políticas como la NEP (Nueva Política Económica, por sus siglas en inglés). Ricardo Neme Tauil incursiona en la compleja relación que tiene la obra de Mauss con la revolución bolchevique, donde se aprecia la especificidad de la política que tenía en mente el sociólogo para hacer frente a la tarea de reorganización de las relaciones entre naciones. Una vez más, los análisis de Mauss dislocan lo que hoy podríamos llamar un registro académico hacia una intervención que se proyecta en la actualidad política, desde la cual se busca transformar el saber y la sociedad de manera simultánea. Interviniendo en ambos desde el lugar histórico constituido por el socialismo, desplazado del sentido común del “socialismo realmente existente”, La Nation recupera el aspecto radicalmente político, organizativo, de las sociedades modernas para un presente que se traduzca en un futuro habitable gracias a esa dimensión intersocial que media la vida de las naciones.

Entender el movimiento completo que elabora el giro intersocial de la sociología de Marcel Mauss significa entonces ir a las raíces históricas de ese movimiento de la sociedad moderna, el socialismo. Ricardo Tomás Ferreyra se sujeta de los lugares de la memoria histórica de la Comuna de París (1871) para preguntarnos desde nuestro presente por el sentido del socialismo, desde la tradición sociológica en el que se inscribe Mauss. Es sólo viendo el sentido político que adquieren las ciencias sociales, a través del nacimiento y desarrollo del socialismo en la Francia decimonónica, que se puede finalmente comprender el sentido histórico que tiene la política inaugurada, en la Modernidad, por el socialismo. Este núcleo es donde reside la lógica que dota de historicidad a la nación como fenómeno moderno, capaz de reinventarla desde las dinámicas sociales irreductibles a la sociabilidad y gubernamentalidad definidas por el marco liberal, estatal y civil.La pregunta por el sentido que tiene desde nuestro presente atravesar La Nación o el sentido de lo social de Marcel Mauss es lo que dota de significado a todos los textos que irán apareciendo en las próximas tres semanas en Revista Común. Es en el núcleo de su propuesta por reformular el sentido del saber sociológico desde su aspecto de filosofía social, entendida como una “filosofía política de los modernos”, que su diagnóstico sobre la nación tiene un impacto que reverbera en nuestro presente. Estos textos pretenden forjar algunos eslabones desde los cuales podemos recuperar y renovar un pensamiento de la nación que no olvide el sentido político de sus raíces sociales y socialistas, en una época enferma de nacionalismos y autoritarismos.


Nota

[1] Los textos que irán apareciendo son resultado de un trabajo colectivo coordinado por Juan Martín Galeano, Francesco Callegaro, Tomás Ramos Mejía, Ricardo Neme y Tomás Ferreyra. El “Círculo Mauss” se desarrolló como reunión mensual desde mediados del año pasado en el marco del IDAES (Instituto de Altos Estudios Sociales) de la Universidad Nacional de San Martín, en Buenos Aires, Argentina. Los textos aquí presentados son entonces fruto de una discusión colectiva que verá su resultado final en la introducción a la traducción de La Nation al español, editada por la Facultad Libre de Rosario, Argentina.

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