La fidelidad quebrantable:
el feminismo transexcluyente frente la amenaza de la ultraderecha

person with body painting
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A principios de 2017, un documento circulaba dentro de la organización ultracatólica HazteOír: “TRUMP HA CAMBIADO LA POLÍTICA MUNDIAL PUES HA ROTO EL CONSENSO DE la corrección política, devolviendo al debate público temas que estaban prohibidos por la imposición de la corrección política […] HO TIENE LA OPORTUNIDAD DE SERVIR DE BANDERA A LOS DISIDENTES DE LA CORRECCIÓN POLÍTICA” (WikiLeaks: The Intolerance Network). Ese documento servía para planear sus acciones durante una campaña en la que circuló un autobús por las calles de Madrid con el mensaje “los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo”. La campaña, tildada de transfóbica, provocó un disgusto generalizado en redes sociales. El ayuntamiento de Madrid, que estaba a manos de la coalición izquierdista Ahora Madrid, ordenó que el autobús dejara de circular, argumentando que violó los reglamentos de publicidad exterior, mientras Cristina Cifuentes del Partido Popular, en ese entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, pidió que la Abogacía General de la Comunidad analizara si el autobús violaba la Ley de Igualdad y No Discriminación. “Es una provocación absoluta”, dijo Cifuentes (“Cifuentes tacha de ‘impresentable’ el autobús de HazteOir.orgLa Vanguardia. 28/2/2017) .

Estas denuncias fueron secundadas por políticos de casi todos los partidos, desde nacionalistas vascos y catalanes a Izquierda Unida, Ciudadanos y Podemos. “La sociedad española ha reaccionado muy bien ante un autobús del odio de estas características”, sentenció Alberto Garzón, el coordinador federal de Izquierda Unida. “Creo que ha reaccionado con madurez, con inteligencia, con rigor, con, desde luego, seriedad” (“Hazte Oír denuncia a Cifuentes, Iglesias, Sánchez, Echenique y Maroto”. El Plural. 28/8/2018). Pero sólo cuatro años después, Izquierda Unida tuvo que expulsar a Lidia Falcón y su Partido Feminista de España de la coalición por sus recurrentes declaraciones transfóbicas, que en muchos casos superaron la virulencia de las de Ignacio Arsuaga, el fundador de HazteOír.

Semanas después de la expulsión de su partido, Lidia Falcón dio una conferencia de prensa organizada por el propio HazteOír en que habló frente a un rótulo con una imagen del autobús, acompañada por Alicia Rubio, una diputada de Vox. Falcón abrió su discurso diciendo que ser trans es una patología mental, dando por entender que las personas trans debemos estar en el manicomio. “Yo estoy dispuesta a pagar impuestos para que la Sanidad Pública los cuide, porque hay que cuidar a todo el mundo”, dice. “Pero que de eso se convierta en una filosofía, se convierta en una política y se convierta en una ley, es lo que me parece absolutamente inaceptable” (HazteOir. “Desmontando la Ley Trans con Lidia Falcón y Alicia Rubio” en YouTube. 24/3/2021.). ¿Cómo es posible que alguien de una familia republicana, que escribió en sus memorias que “la fidelidad a los principios por los que habían luchado, sufrido y muerto nuestros familiares era inquebrantable”, termina llamando “amiga” a una diputada de un partido ultraderechista, abogando por políticas francamente franquistas hacia las disidencias sexogenéricas? “Bienvenida al fascismo, Lidia,” le dijo Rubio. Un chiste, pero sólo en cierta medida: es Falcón que intenta flanquear a Rubio desde la derecha. “¿Qué han hecho?” le reclama. “Mucha canción patriótica ustedes, muchas banderas rojigualdas y mucha canción de la Legión”, pero no han logrado derogar a las leyes que respaldan la existencia jurídica de las personas trans.

Pero HazteOír no es simplemente otra organización católica. En 2010, el profesor Fernando López Luengos había sido encargado por la Conferencia Episcopal Española a elaborar un informe sobre la infiltración del Yunque en grupos católicos laicos, identificando a HazteOír como un grupo efectivamente dirigido por la sociedad secreta, citando un incidente en 2006 en que la mayoría de su junta directiva renunció “después de descubrir que la plataforma no se rige realmente por sus decisiones sino por decisiones que vienen ‘de fuera’” (El Transparente de la catedral de Toledo. “Análisis del asociacionismo de los laicos cristianos españoles y la intromisión del Yunque”). Cuando el informe fue filtrado a los medios, HazteOír demandó, y López Luengos pudo presentar el testimonio de tres testigos que confirmaron que Ignacio Arsuaga es miembro del Yunque (Gabriel Ariza. “López Luengos sobre Yunque: ‘Su juramento les prohíbe reconocer su pertenencia’”. InfoVaticana. 5/6/2014). Durante el juicio, uno de los exmiembros de la junta directiva dio su testimonio: “La junta directiva estaba dirigida por miembros del Yunque, y estábamos una serie de tontos útiles, que éramos los que trabajamos y que hacíamos las actividades que nosotros creíamos de buena fe que eran propias de la asociación” (Carlos Enrique Bayo. “Hazte Oír encargó un ‘plan de gestión de crisis’ para negar la sentencia que vincula a sus líderes con la sociedad secreta El Yunque”. 11/8/2021). López Luengos ganó el juicio. Sin embargo, HazteOír seguiría repitiendo a los medios las respuestas que tenían preparadas (WikiLeaks: The Intolerance Network), negando lo obvio como San Pedro:

¿Existe el Yunque?

No tengo constancia de que exista esa organización.

¿No tiene constancia quiere decir que nadie le ha hablado sobre el Yunque?

Repito que no tengo constancia de su existencia, aunque sé que hay personas que han escrito y hablado de ello.

¿Qué es El Yunque?

No lo sé. No tengo constancia de que exista, aunque hay personas que han escrito y hablado sobre ello.

* * *

Documentos filtrados a WikiLeaks revelan que, al menos desde 2017, HazteOír ya había identificado a las feministas radicales transexcluyentes como aliadas potenciales: “Hay que elogiar a las feministas radicales por su resistencia a los actuales intentos del movimiento transgénero de eliminar el cuerpo femenino de nuestras leyes”, dice uno (WikiLeaks: The Intolerance Network. Consultado 13/9/2022); otro menciona a Amelia Valcárcel, una de las ponentes del polémico foro en la UNAM, “Aclaraciones necesarias sobre categorías sexo y género”, por nombre (Wikileaks: The Intolerance Network). Es un lugar común notar que el feminismo hoy en día está muy dividido, hasta el punto de haber marchas separadas en Madrid por el Día Internacional de la Mujer (“Derechos para todas, todos los días” vs. “El feminismo es abolicionista”), pero si un sector del feminismo ha dinamitado su alianza histórica con el movimiento LGBT, es porque ha construido otras en su lugar. 

Mucho de lo que sabemos sobre esta recomposición política viene del trabajo de investigadores antifascistas que mapean las redes de la ultraderecha, pero también de la megafiltración de los documentos internos de HazteOír a WikiLeaks en 2021, conocida como The Intolerance Network. Mientras muchos medios se clavan en la historia interminable de los esfuerzos de Julian Assange para buscar asilo —lo cual es importante, no lo voy a negar—, desestiman la riqueza de información que nos ha dejado y cuestionan su valor periodístico. Con más que 17,000 archivos sobre la organización interna, financiamiento, vínculos políticos, planes y análisis de este grupo ultraderechista, esta filtración representa una fuente imperdible sobre las actividades del Yunque en España y su alcance internacional, a través de CitizenGo y sus alianzas con otros grupos conservadores en países como Italia, Francia y Estados Unidos. Ni una liberal clásica como J.K. Rowling se escapa de estas redes del fundamentalismo cristiano, dada su cercanía con Caroline Farrow, representante británica de CitizenGo.

Se puede ver cómo operan estas redes a través del caso de la traductora mexicana Laura Lecuona y su organización Feministas Mexicanas contra Vientres de Alquiler (FEMMVA). En 2017, Lecuona escribió un texto con el nombre “Cuando el trans no es transgresor” para The Huffington Post (Laura Lecuona. “Algunos creen que la teoría queer es más liberadora que el feminismo. Les aseguro que no es así”. Tribuna Feminista. 28/3/2019)[1]. En él argumenta que el activismo trans se basa en reafirmar estereotipos de género, diciendo “me temo que les estén haciendo el caldo gordo al Frente Nacional por la Familia y demás defensores de la familia tradicional”. Pero el 2 de diciembre de 2018, un texto fue subido al blog Debate Praxis Feminista (“Carta abierta: alerta sobre intentos de infiltración de la ultraderecha en la lucha feminista abolicionista”. Debate Praxis Feminista. 2/12/2018) en que un grupo de ex-militantes de FEMMVA dicen que “hemos conocido de cerca las operaciones de un think tank que hace lobby en el país y que muy probablemente es una fachada del peligroso grupo de extrema derecha conocido como ‘El Yunque’”. Entre marzo y mayo de 2018, dicen, hubo un acercamiento entre FEMMVA y una organización provida llamada el Early Institute, cuyo coordinador político es Rodrigo Iván Cortés Jiménez, también presidente del propio Frente Nacional por la Familia que tanto preocupaba a Lecuona. Los detalles de esa colaboración son desconocidos a la mayoría de las militantes de FEMMVA, dicen, ya que “su fundadora implicó en este asunto a sólo dos de nosotras tras solicitarnos discreción”. Las consecuencias por su activismo feminista incluyeron la eliminación de lenguaje proaborto de su discurso público, e incluso un boletín de prensa que tenía una postura provida. FEMMVA, por su parte, ha declarado que “En el feminismo radical hay un debate abierto sobre la posible colaboración de grupos feministas con organizaciones de derecha con los que nos unen algunas causas pero no otras. El tema no está saldado. Las integrantes de Femmva pensamos que algunas alianzas tácticas puntuales con ciertos grupos pueden ser beneficiosas para la causa, y muchas feministas están con nosotras en esto” (Feministas Mexicanas contra Vientres de Alquiler. 30/11/2018).

Cortés Jiménez y Arsuaga coincidieron en la junta directiva de la Red Política para los Valores, una alianza transatlántica que también incluye al estadounidense Benjamin W. Bull, el director ejecutivo de Alliance Defending Freedom (ADF), y al italiano Luca Volontè, de Fondazione Novae Terrae y Dignitatis Humanae Institute, el segundo siendo la organización con la que el estratega político Steve Bannon intentó abrir una escuela para entrenar cuadras de la ultraderecha, su proyecto principal después de renunciar al gobierno de Trump tras el choque fatal entre fascistas y antifascistas en Charlottesville, Virginia. En sus documentos internos filtrados a WikiLeaks, esta red cita al Early Institute como la organización encargada de “los derechos de los padres de familia” en México (WikiLeaks: The Intolerance Network).

Alliance Defending Freedom, un grupo de cabildeo evangélico de los Estados Unidos, tiene su propio historial promoviendo a feministas radicales transexcluyentes. Entre 2016 y 2017, Women’s Liberation Front (WoLF) metió una serie de amicus en el caso de Grimm v. Gloucester County School Board, un caso sobre el derecho de un estudiante trans a usar el baño de hombres en su preparatoria: una situación que, en uno de los amicus, WoLF describió como “una de las muy raras instancias en que la frase ‘amenaza existencial’ no es una exageración” (Women’s Liberation Front). A finales de 2016, WoLF mandó un correo a sus seguidores (Rani Baker. “Fake ‘radical feminist’ group a paid political front for anti-LGBT organization”. LGBTQ Nation. 12/4/2017) informándoles que: “WoLF consejera Kara Dansky solicitó y recibió un apoyo de quince mil dólares de Alliance Defending Freedom (ADF), un grupo de abogados conservadores que representan estados y padres de familia en demandas como la nuestra en todo el país. Totalmente estupendo también”—las políticas de ADF, por su parte, dicen que sólo pueden dar financiamiento en las áreas de “libertad religiosa, la santidad de la vida humana y la defensa del matrimonio y los valores familiares”, y que los grupos financiados no pueden tomar posturas públicas que entran en conflicto con esos valores (WikiLeaks: The Intolerance Network). El segundo amicus de WoLF en este caso contendría la siguiente declaración: “Cristianos pro-familia y feministas radicales tal vez no están de acuerdo en muchas cosas, pero sí en que la redefinición de ‘sexo’ para decir ‘identidad de género’ representa un cambio fundamental en el derecho y la sociedad estadounidense” (Gloucester County School Board v. G.G – Women’s Liberation Front and Family Policy Alliance. Consultado 13/9/2022). Dansky defendería esa alianza diciendo que mientras “defiendan las mujeres y las niñas, trabajaremos juntos” (Heron Greensmith. “A Room Of Their Own: How Anti-Trans Feminists Are Complicit in Christian Right Anti-Trans Advocacy”. Political Research Associates. 14/7/2020). 

No tendría que esperar mucho tiempo. Un poco más que un año después, el vicepresidente del Centro por la Vida de ADF anunció “un plan para hacer Roe irrelevante o para derogarlo por completo”, en referencia al fallo que en ese entonces garantizaba el derecho al aborto en toda la unión americana. “Tenemos un plan estratégico, comprensivo, de principio a fin, desde el proceso legislativo hasta la Suprema Corte” (Peter Montgomery. “ADF Attorneys Boast Of Plans For Further Restrictions, Then Bans On Abortion”. Right Wing Watch. 22/1/2018). Y así fue. Semanas después, el estado de Mississippi aprobó una ley, redactada por abogados de ADF (Ashton Pittman. “‘To Rule History With God’: The Christian Dominionist War On Abortion, Part I”. Mississippi Free Press. 26/1/2022), que criminaliza el aborto después de 15 semanas. Cuando la batalla legal que desató llegó a la Suprema Corte, terminó en el polémico fallo Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, emitido en junio de este año, que efectivamente criminalizó el procedimiento en muchas partes del país.

Este retroceso catastrófico de los derechos reproductivos en los Estados Unidos parece importarles pocos a las feministas radicales transexcluyentes. La fiscal de Mississippi que llevó el caso a la Suprema Corte, Lynn Fitch, también es signataria de una iniciativa llamada “Women’s Bill of Rights”, una iniciativa de WoLF que derogaría todas las leyes de identidad de género y establecería que el sexo legal sólo puede ser el sexo asignado al nacimiento. “Los activistas radicales atacan e intentan silenciar a cualquier persona que dice la verdad sobre las diferencias sexuales biológicas”, dice Fitch. (Ashton Pittman. “Fitch Signs Anti-Trans ‘Women’s Bill of Rights,’ Calling Women Separate-But-Equal”. Mississippi Free Press. 22/08/2022). En una conferencia de prensa anunciando esta iniciativa, Kara Dansky dijo que las amenazas a los derechos de las mujeres y niñas “no son hipotéticos” (Jennifer C. Braceras & Carrie L. Lukas, “Press Call: Leading Women’s Rights Advocates Call For Women’s Bill Of Rights”. Independent Women’s Voice. 31/3/2022). Pero no estaba hablando de las amenazas a Roe que venían de sus propios aliados: estaba hablando de los derechos de las personas trans. Pero así pasa. Mientras Francisco J. Contreras, ahora diputado por Vox, estaba analizando sus aliados potenciales en el mundo profano, dijo que “los católicos no deberían quedarse solos en la resistencia”, y no se quedaron solos (WikiLeaks: The Intolerance Network).


Nota

[1] Cuando The Huffington Post México desapareció, fue republicado con otro título en Tribuna Feminista.

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